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Personas que dedican su vida a ayudar a perros abandonados y maltratados, y que consiguen auténticos milagros. Esta es la historia de Somos Gos.

El 23 de febrero de 2014, un grupo de amigos comprometidos con la tarea de rescatar perros y dar charlas para poner su conocimiento al servicio de los que quisieran escucharles, fue invitado a participar en una marcha organizada en Benidorm en favor de los perros de caza. Se les pidió que portaran un pañuelo naranja y algún nombre o distintivo que les identificara.

“Como un detalle simpático, confeccionamos camisetas, así como unos folletos informativos de lo que hacíamos”, señala la Presidenta de Somos Gos, Mariola Terrer. “Ese día llevamos los perritos que teníamos acogidos, y explicamos lo que hacíamos y lo que queríamos conseguir”.

Así nació Somos Gos. Se define como un grupo defensor de los animales que cree que educar es la única manera de terminar con el maltrato en todas sus facetas. Organizan paseos para enseñar a los propietarios cómo educar y entender mejor a sus perros, y montan puestos en la calle con el mismo propósito. Y creen firmemente que es fundamental el conocimiento de las leyes y su aplicación práctica.

“Si luchamos conociendo nuestros derechos, pero también nuestras obligaciones, llegaremos más lejos”, explica Terrer mientras atiende a unos curiosos que se han acercado al puesto que acaban de montar en el paseo marítimo en Altea.

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“Para que las cosas cambien es muy importante que la gente empiece a denunciar  los casos de maltrato que conozcan. Esta mañana, Somos Gos estaba citada a juicio, en calidad de denunciante, a raíz de la denuncia que interpusimos por un presunto caso de maltrato animal en Altea: Varios podencos muy desnutridos que vivían encerrados, sin acceso a comida o agua. ¡La jueza ha determinado juzgarlo como delito penal!”

A nuestro alrededor tenemos un grupo de galgos y otros perros que han llegado para protagonizar un desfile con la esperanza de que alguien los adopte. Todos están muy tranquilos y parece que nos están escuchando y enterándose de esa buena noticia.

“Estos perros han tenido mucha suerte”, comenta Terrer. “No como otros. Todos los que nos dedicamos al rescate de animales podemos contar historias de maltratos terribles, de perros y gatos que llegan tan enfermos que lo único que nos queda es salvarlos para darles una muerte digna”.

Recuerda el día en que llegaron seis cachorros, todos desnutridos y con varias heridas a pesar de su corta edad. Estaban, además, muy asustados.

“Los trajo una mujer sin respetar unas mínimas condiciones higiénico sanitarias”, dice. “No portaban los preceptivos análisis de parvo y moquillo, y venían sin vacunar. Cuando uno trata a los animales como negocio, los perros y gatos son lo que menos importa”.

Terrer y sus compañeros contemplaron con lágrimas en los ojos cómo morían uno tras otro después de días y noches de desvelos. Pero consiguieron mantener con vida a Otto y Zippi, que, según Terrer, fueron muy especiales. Lucharon como fieras por sus vidas.

“Se notaba que tenían muchas ganas de vivir y les encantaban los mimos que recibían. Les dimos todos los cuidados que hacían falta, y acudimos a cuantos sitios nos recomendaron. Poco a poco, ambos cachorros empezaron a comer, a mejorar, y a medida que pasaban las semanas parecían más fuertes”.

4.b. BROR

Pero solo estuvieron retrasando lo inevitable. De repente, volvió la fiebre y todo cambió. Otto y Zippi se negaron a comer y dejarse curar. Ni siquiera permitieron que los de Somos Gos se acercaran a ellos.

“Era muy duro contemplar en los ojos de Otto y Zippi cómo tiraban la toalla después de haber luchado tanto por sus vidas. Fue terrible ver cómo dos cachorros a los que habíamos logrado sacar de la desnutrición volvían a ella por no querer comer. Cómo cachorros afables y cariñosos se volvían ariscos y agresivos”.

Al final tuvieron que sacrificar a los dos.

“Allí estuvimos, sosteniéndolos, acompañándolos en su último suspiro. Les habíamos cogido un cariño enorme. Tuvimos la sensación de que nuestros corazones iban a romperse en pedazos.”

El golpe fue tan duro que durante meses el grupo se planteó la posibilidad de abandonar toda su actividad. Todos se preguntaban si merecía la pena y si estaban ayudando o empeorando las cosas. Pero la llegada de nuevos casos que les clamaban ayuda, les empujaron sin remedio a continuar tragándose las lágrimas y, cargados de buena voluntad, recoger a los que el destino les permitiera ayudar.

5. Shibita

Uno de ellos es una galga de nombre Shiba. Terrer cuenta que llegó muy enferma y tan delgada que era difícil verla y contener las lágrimas. Entre otras cosas, sufría de leishmaniosis en un grado muy avanzado.

“Ella nos enseñó el grado de dureza y superación de estos perros”, dice. “Sin una queja, sin un mal gesto ante el dolor que le infligíamos en sus curas, nos agradecía cada logro que teníamos con ella. Ahora, después de casi un año, y de haber sido adoptada dentro del grupo, sus análisis son negativos y es una perra sana y feliz”.

Otra historia es la de Bella, tambien galga, que encontraron aterrorizada. Nada más ver a una persona el pánico se apoderaba de ella.

“Tan solo después de dias de mucho esfuerzo y horas de estar con ella en la jaula, permitió que la tocáramos. Y llegó hasta levantar la cara y mirarnos con esos ojazos y sonreir. Porque los galgos sonrien, y es cuando sabes que confian en ti”.

Pero la alegria duró poco. Antes de terminar su recuperacion un hecho lamentable –un niño jugando con un palo– la atemorizó de tal manera que a pesar de llevarla atada se soltó de la mano de Terrer y huyó despavorida. La desesperación, la angustia y la culpa se apoderó del grupo una vez más. Durante casi un año la tuvieron localizada, pero nunca consiguieron cojerla. Hasta que un dia recibieron una llamada: una chica habia visto un perro tipo galgo por el río.

”Supe sin verla que era Bella”, cuenta Terrer. ”Lo que encontramos fue una de nuestras peores pesadillas. Había pisado un cepo de cazadores y llevaba una pata colgando. Tardamos tres días en poder cogerla a pesar de sus solo tres patas y del dolor que debía sentir. No nos movimos del sitio. Fue gracias a nuestras galgas rescatadoras con lo que conseguimos por fin atraparla”.

De ahí la llevaron al veterinario. Se le amputó la pierna entera y el rabo. Como solo lo saben hacer esos perros, se recuperó y enseguida anduvo.

6. bellaop   7. belrecup

”Lo que más nos sorprendió es que aquella perra desconfiada, con tantos miedos, y que apenas aceptaba una caricia de dos o tres personas, ahora nos pedía ayuda y cariño, se  acostumbró en seguida a nuestras atenciones y nos demostró sus ganas de vivir. Parecía un milagro”.

Terrer desaparece un rato para atender una llamada. Cuando vuelve, lleva un pequeño Chihuahua en sus brazos. Cuenta que se llama Charly y que llegó con hidrocefalia ( líquido en el cerebro) y sin muchas posibilidades. Un despojo de un criador sin escrúpulos que, contra pronóstico, había sobrevivido.

“De nuevo buscamos una clínica, un especialista”, dice. “Nos encontramos ante un diagnóstico y una decisión difíciles: una oportunidad o la eutanasia”.

Esta mujer, con un corazón tan grande que no le cabe en el pecho, exhala un gran suspiro. Sonríe.

“Valoramos que no sufría, que comía y respondía a los estímulos. Decidimos intentar criarlo hasta que la naturaleza dijese lo contrario. No os diré que es fácil tener un cachorro deficiente. Intentar meter en su maltrecha cabezota cualquier pequeña enseñanza. Pero siempre nos arranca una sonrisa con sus ocurrencias, y nos regala tantos momentos de felicidad”.

El perrito la mira con unos ojos lleno de amor.

9. Charly - copia

“Es un ser feliz que nos ayuda sobre todo con nuestro trabajo con los niños con quienes queremos compartir nuestras experiencias”, dice. “Ellos son el futuro y pueden ayudar mucho a que las cosas cambien. Además, Charly les ayuda  a que vean y comprendan que en el mundo animal ningún otro perro lo trata de forma diferente por ser como es. Para ellos, Charly es uno más”.

Así es la historia de Somos Gos, un grupo amante y defensor de los animales que poco a poco está consiguiendo demostrar a la sociedad que si se trabaja con amor y conocimiento se pueden conseguir grandes logros. Hasta milagros.

10. Docu3. TODOS SG